Ni siquiera ha pasado tanto tiempo, ¿o si?

¿Te acuerdas de cómo era escribir un correo importante antes de tener un “asistente” que redacta por ti en segundos? ¿O buscar información para una tarea sin preguntarle primero a una IA?

Puede sonar exagerado, pero ya hay una generación que se pregunta cómo sobrevivíamos antes de ChatGPT, de los asistentes virtuales o de las apps que predicen el tráfico mejor que nuestra intuición.

Hasta hace muy poco, escribir ensayos de último momento, traducir textos largos, preparar presentaciones o buscar respuestas a preguntas rarísimas era cosa de horas de esfuerzo. Ahora, basta con un buen prompt. Lo que antes requería enfoque y paciencia, hoy se resuelve con un clic y algo de ingenio conversacional.

La IA no llegó de golpe, pero cuando explotó —sobre todo la generativa— transformó silenciosamente muchas de nuestras rutinas. Ya no solo “ayuda”: toma decisiones, sugiere ideas, organiza nuestros días. Ha pasado de herramienta a compañera. Y eso, inevitablemente, cambia nuestra forma de trabajar, estudiar… y pensar.

Pero este cambio también trae preguntas difíciles. ¿Nos estamos volviendo dependientes? ¿Qué habilidades estamos dejando de practicar porque “ya no hacen falta”? ¿Cómo afecta esto nuestra confianza, nuestra salud mental o nuestras relaciones?

Ya hay quienes sienten ansiedad al no saber usar bien estas herramientas, o culpa por no ser tan “productivos” como los demás que sí las dominan. Otros simplemente se dejan llevar por el ritmo y se olvidan de cómo era hacerlo “a mano”.

La tecnología al servicio, no al mando

La IA no es mala ni buena por sí sola. El problema, como siempre, está en cómo la usamos (o cómo dejamos que nos use).

Quizás el reto ahora no sea solo aprender a usarla mejor, sino también recordar que podemos vivir —pensar, crear, decidir— sin ella… al menos de vez en cuando.

🤔 Y tú, ¿qué cosas ya no haces porque ahora la IA lo hace por ti? ¿Y cuáles sigues prefiriendo hacer “a la antigua”?

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El escritorio de antes vs. ahora

Hoy necesitamos menos cosas… pero más poder computacional.

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_{Esta publicación fue escrita con ayuda de la Inteligencia Artificial, siempre supervisado por un humano.}